Las maravillosas colecciones de Dior han sucumbido a la crisis de la alta costura. Sus modelos están como medio acabados, les falta el derroche, la locura de antaño, la osadía y desvergüenza.
Es un poco un remix de tendencias, de aprovechar los retales (arma utilizada por Christian Lacroix para poder presentar algo de colección, utilizar retales de temporadas pasadas).
Antaño las colecciones seguían una linea, una paleta de colores, pero ¿como se puede pasar del rojo al amarillo? Le ha salido la vena patria
2 comentarios:
¡volviste!
no sabes que alivio leerte. a mi me faltaron argumentos para explicar porque me pareció una mala colección, pero mi corazón no dice otra cosa.
un beso.
Hola!!!
Por fin te leo. Ya te echábamos de menos guapa.
Bsits
;-)
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