Hoy me gustaría hacer un homenaje a mi madre, Julia. Este sábado es su cumpleaños, una fecha muy especial, y mañana junto con familia y amigos lo celebraremos.
Julia siempre ha sido una mujer muy luchadora, el gran puntal de apoyo de toda la familia.
Se casó muy joven, con 21 años, y con una hija (servidora) y otro en camino estudió la carrera de A.T.S. Era su vocación, la ayuda al prójimo. Nunca se ha olvidado de ayudar a los más necesitados, tanto por su profesión como en su tiempo libre.
Sus pasiones: Su marido, su familia, el yoga (profesora licenciada), la música y sobre todo el viajar.
Ha viajado por todo el mundo, es más fácil marcar en un mapa donde no ha estado que donde ha estado. A veces viaja por placer pero en otras lo hace por devoción. El año pasado acompañó a una organización benéfica al interior del Senegal para ayudar a montar un Hospital infantil, fue duro, pero más para nosotros que para ella. Nosotros la echamos mucho de menos, sin ella falta la chispa y la alegría de la familia, pero ella disfrutó plenamente de cada uno de sus momentos con los niños, no os podéis imaginar lo triste que vino, ¡Se los hubiera traído a todos!
Ahora que ya os he dicho, en muy pocas palabra, como es mi madre solo me queda darle las Gracias de todo corazón por ser como es, por ayudarnos a ser mejores personas, por darnos la mejor educación que estaba en sus manos y sobre todo por tener un corazón tan grande que ya no le cabe en el pecho.
Mamá te queremos ¡¡